Resumen:
La producción de aparatos electrónicos constituye el sector de mayor crecimiento de la industria manufacturera en los países desarrollados. Paralelamente, la Innovación tecnológica y la globalización del mercado contribuyen al proceso vertiginoso de sustitución o desecho de estos productos, lo cual genera, anualmente, toneladas de residuos electrónicos en el mundo. imultáneamente, se ha incrementado la percepción pública en relación al manejo inadecuado y la posible toxicidad de los desechos electrónicos. En los dispositivos electrónicos y, por tanto, en los desechos generados al concluir su vida útil, existen dos grupos de sustancias consideradas tóxicas al ambiente y a la salud humana.
Primeramente, los compuestos orgánicos policromados −conocidos también como Retardadores de Flama Bromados (BFR) −, entre los utilizados con mayor frecuencia se
hallan: PBBs, PBDEs y el TBBPA. En segundo término
, los metales pesados: cadmio, cromo hexavalente, mercurio y plomo, los cuales son también motivo de la directiva de la
Unión Europea que propone su eliminación total de los aparatos electrónicos 1. Estos materiales orgánicos son regulados por el Convenio de Estocolmo sobre compuestos Orgánicos Persistentes (COPs) con el objeto de lograr su eliminación y prevenir su generación. Este Convenio establece una serie de compromisos y oportunidades para los países signatarios, como Ecuador, quien, inclusive, lo ratifico el 7 de Junio del 2004 (Congreso Nacional Ley de la República ).