Resumen:
El narcotráfico, considerado como el azote o flagelo de la humanidad, constituye la más grave manifestación contemporánea de la criminalidad transnacional organizada, causante del inmenso daño a la salud, a la moralidad pública, a la seguridad ciudadana y en general a toda una sociedad. Los narcotraficantes cumplen con un ciclo delictivo, procesamiento, tráfico, expendio y consumo de drogas; en forma permanente y continua para alcanzar sus nefastos propósitos, ocupando espacios que sobrepasan y violentan las fronteras y soberanía de los Estados. La posición geográfica del Ecuador ubicado en el triángulo de la droga compuesto por el Perú, Bolivia y Colombia, ha permitido que sea utilizado como país de tránsito entre los centros de producción y procesamiento hacia los mercados de consumo y consecuentemente se incremente la violencia delincuencial y el deterioro de la moralidad y salud públicas. Las múltiples operaciones realizadas a partir de 1992 contra las organizaciones de narcotraficantes nacionales, los centenares de detenidos y las toneladas de droga capturados en el país, evidencian que el narcotráfico es alarmante y peligroso ya que sus tentáculos buscan llegar a los más importantes organismos que conforman la estructura del Estado.