Resumen:
La década presente se inicia convulsionada, espectaculares e imprevistos cambios se sucedan a un ritmo acelerado y no previsto o vaticinado por ningún analista en el mundo, pensamiento e ideologías y formas de vida que se creían inmutables se transforman y ceden posiciones ante realidades evidentes, el bienestar social y progreso de la clase trabajadora que se prometió tras un baño de sangre y destrucción, no se concreta y más bien se lo siente cada vez más lejano; la libertad y el innato instinto humano de posesión y de propiedad privada que se los había sacrificado para alcanzar el bienestar comunitario empiezan a renacer y a reclamar el derecho a su reconocimiento y respeto, el dogmatismo ideológico sucumbe ante el pragmatismo del diario vivir. El pensamiento de la época tendrá que determinarse y adecuarse al programa social que los grupos de poder están demandando y formulando a las estructuras sociales y a la sociedad en general, ya no hay más el alineamiento para soportar la dominación en nombre de una ideología. En este contexto y con este panorama se pretende pasar revista al pensamiento político ecuatoriano del presente siglo, poderosamente influido y condicionado por ideologías que nunca obedecieron a su realidad concreta y fueron desafortunadamente importadas a través de instrumentos técnicos y sofisticados de difusión de ideologías, convirtiendo a nuestro país y a Latinoamérica toda, en tierra de conquista, pretendiendo someterla al poder hegemónico de las grandes potencias que por siglos se han aprovechado de los recursos naturales de la región.