Resumen:
En el ámbito de eficacia de la Ayuda, la Declaración de París, instrumento suscrito por el Ecuador en octubre del 2009, recupera al Estado como actor principal de la política de desarrollo y refuerza la necesidad de establecer relaciones más horizontales entre donantes y países socios, apoyar las estrategias apropiadas localmente, reducir la excesiva proliferación de proyectos. El apoyo presupuestario general y sectorial, debe contar como base una planificación plurianual, en el caso del Ecuador contamos con el Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV) y realizar el seguimiento a través de indicadores minuciosamente definidos, elimina sustancialmente la ejecución de los recursos a través de proyectos a fin de evitar una mayor dispersión de los flujos de cooperación en el país, por tanto, es un paso fundamental hacia una cooperación eficiente y eficaz. La UE solamente ofrece apoyo presupuestario a los países que cumplen con tres criterios de admisibilidad, derivados de los marcos jurídicos que rigen la ayuda de la UE a cada región: i.) unas políticas públicas y una estrategia nacional bien definida (en el caso del apoyo presupuestario sectorial); ii) un marco macroeconómico orientado a la estabilidad; y, iii) un programa confiable y adecuado para mejorar la gestión de las finanzas públicas del país receptor; así todos los desembolsos del país socio y/o donante están condicionados al cumplimiento de estos tres criterios estándar. En el Ecuador, la Comisión Europea inició a cooperar en modalidad de apoyo presupuestario a partir del 2007, en el marco del Documento de Estrategia para Ecuador 2007-2013. El monto de apoyo presupuestario que entrega a Ecuador como cooperación bilateral es de 137 millones de euros, en los sectores de educación en el marco del PAPDE, “Programa de Apoyo al Plan Decenal de Educación”, y economía popular y solidaria a través de PASES “Programa de Apoyo al Sistema Económico Solidario y Sostenible.