Proyecto para la implementación de la unidad de evaluación y monitoreo nutricional de los niños de los centros de desarrollo infantil MIES-INFA ubicados en la comunidad de Totaras, cantón Alausí, provincia de Chimborazo

Abstract

La disminución de la desnutrición, es una meta global sobre la cual se viene trabajando una década y media a partir de la Declaratoria de los Objetivos del Milenio (ODM). Es que el problema del hambre mundial no se resuelve con la sola distribución de alimentos. La única solución sostenible para llegar a una real accesibilidad a los alimentos, radica en el aumento de la productividad de los pobres planteada desde políticas que partan del empoderamiento, volviendo la mirada hacia la agricultura local de alimentos tradicionales manejada por asociaciones comunitarias que participen directamente en el planteamiento de macro estrategias que fortalezcan la generación de una autonomía de producción que permita la consecución de una independencia legitima e incluyente. A nivel exterior se precisa el sinceramiento de las estrategias de desarrollo de los países ricos para que las oportunidades de accesibilidad y soberanía alimentaria sean para todos. La situación nutricional en nuestra América Latina, no es ajena a este panorama, es un indicador más de las desigualdades sociales; asimismo, es causa y a su vez consecuencia de la pobreza. Dentro de este contexto, Ecuador ocupa el tercer puesto entre los países latinoamericanos por el índice de etnicidad y ruralidad y presenta una de las más altas tasas de prevalencia de desnutrición global en Sudamérica, con un déficit ponderal que alcanza a 9 de cada 100 niños y niñas menores de cinco años. (CEPAL & PMA, 2009) La deteriorada situación nutricional de Ecuador es una fuente de gran preocupación. Ecuador forma parte de un pequeño grupo de países latinoamericanos que reporta persistentemente altas tasas de deficiencia nutricional infantil. Como Perú y Guatemala, Ecuador ha fallado en convertir su estatus de “país de ingreso medio” en mejores resultados nutricionales. Indudablemente la situación de la desnutrición y sus consecuencias se reflejan costos, las principales implicaciones de la desnutrición se encuentran vinculadas a la: Educación, Salud y Productividad. La estimación de los costos totales por efecto de la desnutrición bordean los 178 millones de dólares. De alcanzar el escenario de erradicación, los costos disminuirían aún más, llegando a un valor presente de 56 millones de dólares al 2015, pero el ahorro para el país en caso de erradicarla sería de 460 millones de dólares al mejorar los costos en salud, educación y productividad y consecuentemente un impacto incuantificable para la sociedad de hoy y las futuras generaciones. (CEPAL & PMA, 2009). Chimborazo en este contexto es una de las provincias más pobres y con índices elevados de desnutrición crónica prevaleciente en los sectores indígenas y en especial en los cantones de Alausí, Guamote y Colta. Muchos son los programas de asistencia a la niñez que se vienen manejando por varios años en el país tanto con el aporte del Estado como de organismos internacionales, pero lastimosamente no se ha llegado a cumplir las metas de disminución de la desnutrición infantil; esto se debe en gran parte a que en el país en general, no existe un sistema afianzado de evaluación de proyectos en todas sus fases es decir ex-ante, durante y ex-post, que permita determinar el avance real de las metas de los proyectos y con esto proponer a través de políticas públicas, nuevos proyectos o estrategias la disminución de brechas sociales.