Resumen:
El hombre ha considerado siempre a los fenómenos y desastres naturales como lo más terrible para su vida y sus bienes. Los efectos devastadores de los desastres pueden transformar una localidad o parte de ella en ruinas produciendo enormes estragos. Los desastres provocados por el hombre sumado a los anteriormente mencionados crean un mundo en constante y prolongado peligro. Los efectos en los países en desarrollo y, en especial aquellos en donde los desastres son muy frecuentes, son aún más devastadores. Cincuenta y uno países figuran en las listas combinadas de las Naciones Unidas de países “menos desarrollados” y otros denominados “más gravemente afectados” en los cuales, importantes desastres naturales han afectado en gran tal, de requerirse la ayuda de la comunidad internacional. Desde comienzos del siglo XX, la cifra media anual de victimas es de unos 24.000. Las pérdidas humanas, materiales y económicas debido a las catástrofes a veces resultan difíciles de cuantificar y calificar; ya sea por falta de estadísticas o por la utilidad y valor significativo para una población. De ahí que, resulta muy difícil evaluar las pérdidas económicas, pero no cabe duda que por lo general resulta ser mayor, que los daños materiales en relación al porcentaje de producto nacional.