Resumen:
Zonas francas, zonas libres y puertos libres, de diversas características y dimensiones, se ha incrementado notablemente en los últimos años. Así tenemos en 75 países desarrollados y en vías de desarrollo están operando más de 350, de las cuales en el continente americano, están funcionando o en proceso de planificación e instalación, 130 zonas bajo diferentes modalidades. El Ecuador es el único país, en el ámbito latinoamericano, que no se ha acogido a los beneficios que genera una zona franca, ante el infundado temor que sea perjudicial para su economía. En el presente trabajo de investigación se demuestra que las citadas zonas francas son verdaderos polos de desarrollo y que su instalación es conveniente a los intereses del país. Los puertos, con la base para el intercambio comercial entre los estados, en nuestro caso y en la mayoría de los países del mundo, más del 90% del comercio internacional se realiza por vía marítima. Siendo esta la principal razón por la que casi todas las zonas francas y zonas libres del mundo se encuentran localizadas en puertos marítimos y fluviales. Se ha escogido el puerto de Esmeraldas para el proyecto de instalar una zona franca, por ser la provincia más pobre y atrasada del litoral ecuatoriano, con una gran masa humana desocupada o empleada en actividades marginales de escaso rendimiento, por lo que se necesita crear polos de desarrollo para solucionar los agobiantes problemas que atraviesa esta provincia. Cuenta además, con un puerto moderno, de primer orden, que está siendo utilizado en una escala muy pequeña, requiriéndose por tanto dinamizarlo para que sea autofinanciable y no una carga para el gobierno nacional.