Resumen:
El sistema educativo en la sociedad ecuatoriana ha vivido una crisis que es concomitante a todos los problemas sociales, económicos y morales de la sociedad en su conjunto, por lo tanto la educación está totalmente desfasada de un proyecto presente y más aún alejada de un futuro para la nación ecuatoriana. De tal suerte que el sistema educativo sigue siendo muy elemental y muy formalista, que siempre aborda una inmediatez en la educación, esto es cumplir y arrojar alumnos que satisfactoriamente o no, pasan los años y terminan un ciclo primario, un ciclo secundario, y un ciclo universitario; aún no tenemos un sistema educativo que forme al ser humano para el sigla XXI hacia los nuevos desafíos de la sociedad con graves desfases económicos, con graves desajustes sociales, y por otro lado enfrentado a un desarrollo tecnológico y científico que nos da la condición de país más dependiente, marginado y limitado en nuestro propio quehacer histórico. En este contexto, la educación no es sino el resultado de un Estado que no se ha preocupado por un auténtico desarrollo social y peor aún de un necesario desarrollo humano. Cada vez más el estado se deslinda de una gran responsabilidad social, de satisfacer una demanda básica, como el derecho a la educación, entendiendo educación como un proceso integral, donde a más de adquirir conocimientos técnicos y científicos, el estudiante se desarrolle como persona en su dimensión individual, social, presente y futura.