Resumen:
El proceso político nacional a través de la historia, se ha caracterizado por el predominio de los grupos minoritarios, factor que ha determinado la estructura débil e inconsistente en el que se ha desenvuelto la democracia en nuestro país; originando una serie de situaciones de desequilibrio y distorsión de la verdadera vocación del pueblo. Estas desvirtuaciones y anomalías, tienen su origen en la concentración y uso prepotente del poder, por el reducido sector social, que dirigía el esfuerzo a la satisfacción de intereses personales, sin importarles las mejoras justas que merecían las mayorías; el marco legal que por obvias razones había hecho abstracción de estos problemas, al no realizar las regulaciones pertinentes, permitía en complicidad, todas las acciones que a la postre se convertirían en la causa de la profunda crisis política nacional. Las organizaciones políticas en el Ecuador, desde su formación como República Independiente, deambulaban en la vida nacional en forma desordenada, realizando actos en contra de todos los principios del normal convivir humano, con el sólo propósito de llegar al poder, para satisfacer sus aspiraciones y destrozar a sus opositores, pues no existía instrumento jurídico que determinara su ámbito de acción, sus funciones, atribuciones y responsabilidades.