Resumen:
Una visión completa del mundo moderno nos permite avizorar que el incremento demográfico actual y mucho más del futuro, unido a la expansión económica, ha generado y generara un aumento sustancial del intercambio de productos a nivel internacional, lo cual a no dudarlo conlleva intrisica y extrínsecamente el empleo masivo de los ares como rutas de comunicación. Desde épocas inmemoriales, pueblos conscientes del verdadero valor del mar, desarrollaron sus vias de comunicación a través de él, como un medio estable y confiable, usado bajo mil formas distintas para ampliar sus horizontes hasta convertirse en lo más prósperos y sus signos de poder han transcendido hasta nuestros días, a través de los anales de la historia en parámetros de admiración. Las primeras naciones talasocracias fundaron sus colonias comerciales y sus establecimientos portuarios, con sagacidad e intrepidez para llegar a refrendar por el uso del mar un fenómeno geopolítico que solo el, es capaz de reproducir: “El poder político emanado de las potencias marítimas con respecto a su influencia allende fronteras marítimas”