Resumen:
El estado ecuatoriano en su desarrollo institucional ha creado una serie de organismos, instrumentos y mecanismos para dotar al país de un sistema financiero que le permita lograr un desarrollo económico-social armónico y equilibrado. En este contexto ha correspondido a los bancos privados un papel preponderante en la función de intermediación financiera, caracterizada por la captación del ahorro interno, a través del empleo de diferentes instrumentos autorizados por la Ley; el traspaso de fondos mediante el crédito y la inversión, y la acumulación y diversificación de activos destinados a estimular las actividades productivas y con ello el desarrollo socio-económico de la comunidad. La economía ecuatoriana en la década de los años 70 experimento un inusitado crecimiento, debido principalmente al incremento de ingresos estatales provenientes de la explotación petrolera y al acelerado aumento del precio internacional de hidrocarburo. El sistema financiero acuso igualmente un espectacular crecimiento en respuesta a la expansión de la economía. El crecimiento económico y del sistema bancario en los años petroleros no se tradujo en un incremento de la intermediación del ahorro y de su aporte a la monetización económica.