Resumen:
Para el normal funcionamiento de un Estado, de una sociedad moderna y sobre todo para el progreso y desarrollo nacional, resulta imprescindible que el transporte, las comunicaciones, la energía y otros servicios y factores funcionen en forma precisa y eficiente. Esta infraestructura, que necesariamente debe existir en cada país, es la que promueve o dificulta la actividad económica y su ritmo de crecimiento. En los países subdesarrollados la existencia de una infraestructura de transporte es la que determina la capacidad de progreso de un país. Sin embargo es necesario reconocer que, por la situación económica imperante en dichos países, los mismos tienen graves y profundos problemas estructurales. Por la importancia que tiene el transporte en el desarrollo y bienestar de los pueblos, el mismo es motivo de constante preocupación dentro de la planificación en cada gobierno. Los países desarrollados han comprendido la importancia del transporte y por lo tanto destinan grandes fracciones de sus presupuestos y del PNB para su implementación.