La explotación de crudos pesados en el Ecuador

Abstract

Proyectar un desarrollo del país sin energía sería proyectar un desarrollo sin financiamiento es decir una utopía; pues una economía futura basada en el desarrollo industrial, agrícola o agroindustrial, sin el ingrediente energético no es viable considerando que el crudo y el gas natural continuaran siendo una variable importante en el país. Una de las maneras de lograr un incremento tangible de las reservas de petróleo y gas natural, tomando nota del limitado esfuerzo exploratorio de desarrollo de campos desplegado por Petroecuador (por falta de recursos financieros), es mediante la participación de las compañías petroleras internacionales financiando estas actividades. Para ello hay que revisar el marco jurídico, tributario y de control de las relaciones con el gobierno. Esta situación impone un cambio dirigido a desmonopolizar el sector, es decir, la producción, el transporte por oleoductos y poliductos, la refinación de petróleo, la distribución y comercialización de derivados del petróleo. Las reformas deberán permitir la fragmentación de las operaciones para facilitar la inversión local y extranjera. La explotación de los crudos pesados permitirá reducir el decrecimiento de la producción pertrolera que está entre el 7 y 12 % anual, pues es posible que la era de los crudos livianos esté por fenecer; y ello también ayudará a reducir el déficit energético del país, especialmente en épocas de estiaje de la cuenca del Paute y por ello la generación de termoelectrificidad con la petromulsión (obtenida de los crudos pesados) sería una alternativa muy válida; considerando además que con los procesos de integración regionales (CAN, MERCOSUR....) la energía será un artículo de gran demanda, pues tiene un mercado estable y creciente.