Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://repositorio.iaen.edu.ec/handle/24000/4730
Registro completo de metadatos
Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorInstituto de Administración Pública del Estado de México-
dc.date.accessioned2017-07-21T17:09:23Z-
dc.date.available2017-07-21T17:09:23Z-
dc.date.issued1996-12-
dc.identifier.citationInstituto de Administración Pública del Estado de México. (1996). Revista IAPEM - Reforma del Estado, Gobierno y Administración Pública hacia el Nuevo Milenio - Número 32, Octubre-Diciembre. México: Instituto de Administración Pública del Estado de México, A.C. 173 p.-
dc.identifier.issn0187-8484-
dc.identifier.urihttp://repositorio.iaen.edu.ec/handle/24000/4730-
dc.description.abstractDesde antaño, el Estado ha sido objeto de numerosos estudios, sin embargo es en la década de los ochenta cuando adquiere una amplia discusión, análisis, revisión y reconsideración, sobre el papel que desempeña y debe desempeñar en la sociedad, hasta llegar a la propuesta de un Estado "mínimo". Dimensión dificil sino imposible de determinar, además lo trascendental en última instancia no es el tamaño, sino la eficiencia del aparato público para convertirlo en un instrumento útil en la promoción del desarrollo y de la justicia social. Los embates contra el Estado arrecian ante los magros resultados de su actuación, sobre todo de tipo socioeconómico; se propone asi al mercado como el nuevo motor del desarrollo. Pero esta es una disyuntiva falsa. La relación del Estado y el mercado no es antinómica, sino de apoyo, colaboración y delimitación clara de actividades. El Estado no puede ni debe pretender hacerlo todo, únicamente lo que debe y para lo cual está mejor capacitado y habilitado y, en un marco de responsabilidad, ejercer sus funciones de rectoría y promoción del desarrollo, ampliando y estimulando las oportunidades de inversión de los sectores privado y social. El Estado no puede renunciar a su compromiso de diseñar y ejecutar políticas de bienestar social, si bien ha de cumplirlo únicamente con la burocracia y las estructuras administrativas indispensables, con los recursos disponibles, con procesos de gestión ágiles, efectivos y estratégicos. El mercado por su parte, no es la panacea a la esencial complejidad del Estado; tampoco es cierto que tenga los mecanismos necesarios para autoregularse. Estado y mercado constituyen un binomio indisoluble para avanzar a estadios superiores de desarrollo, no deben por tanto, verse como entes antagónicos sino como agentes complementarios.es_ES
dc.format.extent173 páginases_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherMéxico D.F, Méxicoes_ES
dc.publisherInstituto de Administración Pública del Estado de México, A.C.-
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/ec/es_ES
dc.subjectADMINISTRACIÓN PÚBLICAes_ES
dc.subjectPOLÍTICA SOCIALes_ES
dc.subjectEMPRESA PRIVADAes_ES
dc.subjectÉTICA POLÍTICAes_ES
dc.subjectDEMOCRACIAes_ES
dc.subjectCRISIS ECONÓMICAes_ES
dc.titleRevista IAPEM - Reforma del Estado, Gobierno y Administración Pública hacia el Nuevo Milenio - Número 32, Octubre-Diciembre, 1996es_ES
dc.typeRevistaes_ES
Aparece en las colecciones: Revistas IAPEM

Ficheros en este ítem:
Fichero Descripción Tamaño Formato  
Revista_32.pdf2,15 MBAdobe PDFVista previa
Visualizar/Abrir
revista32.png147,63 kBimage/pngVista previa
Visualizar/Abrir


Este ítem está sujeto a una licencia Creative Commons Licencia Creative Commons Creative Commons