Las instituciones financieras del sector público como promotoras del desarrollo planificado del país

Abstract

La planificación como soporte fundamental de un proceso de desarrollo es un tema que ha merecido la polémica y atención de las instituciones públicas y de profesionales especializados, de cuyo análisis se desprende la importancia que ha adquirido la planeación como canalizador del desarrollo armónico y equilibrado de los países, a través de los objetivos, políticas y estrategias que permitan alcanzar las metas que se propongan. Dentro de las instituciones del sector público, las entidades financieras están llamadas a cumplir con un rol importante, diría insustituible, en la consecución de las metas que pretende alcanzar el Gobierno, mediante la intervención directa en la gestión, en aquellos lugares donde el capital y/o el interés privado, no suplen las necesidades, generalmente porque se trata de proyectos de gran envergadura o porque median externalidades que el gobierno tiene que resolver, tales son los casos de proyectos sociales cama salud, educación, etc. Por otra parte, coadyuvando con la iniciativa privada en la realización de obras de menor alcance o que resultan sustanciales para sectores importantes de la economía, como en el caso ecuatoriano, la agricultura y la industria. En la estructura administrativa del Gobierno ecuatoriano constan las Instituciones Financieras como el Banco Nacional de Fomento, la Corporación Financiera Nacional y el Banco de Desarrollo del Ecuador, que son las que mayormente deben aportar a la consecución del logro que todos los ecuatorianos anhelamos, es decir, un desarrollo equilibrado de todas las regiones. Esta apreciación, en ningún caso, desmerece las gestiones que realizan otras instituciones financieras como el Banco Ecuatoriano de la Vivienda o el Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo o el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, pero que para el objeto de este análisis no pueden ser consideradas.